x

¿Quieres conocerme mejor? Visita ahora mi nueva web, que incluye todo el contenido de este blog y mucho más:

salvador-navarro.com

lunes, octubre 02, 2017

Tristeza

No sabía que pudiera dolerme tanto mi país.

Hemos sido educados en una sociedad democrática joven y hemos crecido con ella. Una democracia que sufría, a cada paso, el zarpazo del terrorismo de ETA y que tenía que ponerse en pie una y otra vez.

En 40 años se ha ido construyendo, con el esfuerzo de todos, un país abierto, moderno y plural, ejemplo para muchos y orgullo para los que lo hemos visto crecer. Esa sensación de pertenecer a un país viejo al que hemos acompañado en su crecimiento como democracia joven ha marcado nuestras vidas.

Ayer, sin embargo, dimos atolondradamente y con estupor, muchísimos pasos atrás.

Por la ignominia de unos señores instalados en el más cerril nacionalismo talibán, aprobando leyes contra la ley que los sustenta, se preparó una encerrona mayúscula a nuestra democracia. Con todos los subterfugios de un pretendido buenismo malintencionado, azuzó a las masas a votar desoyendo a la justicia.

Y caímos en el fango. Nos pusimos de fango hasta arriba. Nuestra querida España se enredó en palizas a sus propios hijos rebeldes, torpe y ofuscada.

Nadie que sienta a España puede estar feliz con lo de ayer. Porque quererla es saber que este país se construye con el respeto a todos los que lo conforman, incluso hacia aquéllos que la quieren destruir.

Así no. El dolor es inmenso.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Lo que se está viviendo en España desde hace días es muy grave por el desafío secesionista de los gobernantes catalanes así como por la inacción de un gobierno inepto e incapaz de tomar decisión alguna paralizado por la situación. Pero lo peor de todo es ver que ante este golpe de Estado no hay unión alguna entre algunas fuerzas políticas empezando por este PSOE totalmente irreconocible, absolutamente desplazado a la extrema izquierda (PODEMOS, enemigo de España) cuyo único objetivo es derribar al gobierno aunque sea destruyendo a España para optar por el sillón de la Moncloa a toda costa y precio. Ni en un golpe de Estado tiene el apoyo del Sr. Sánchez, más preocupado por reprobar a la Sra. Sáenz de Santamaría que a los golpistas catalanes. En fin, si es que el enemigo lo tenemos en casa y así nos va como país....