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sábado, agosto 11, 2012

Siria

La revuelta primaveral de Túnez trajo la esperanza de que la sociedad árabe podría salir de su edad media gracias al impulso de la juventud, ávida de libertad, informada de que otro mundo era posible por medio de internet, exigiendo la democracia que sus dictadorzuelos les escatimaban con prepotencia, como pueblos aún inmaduros a los que perdonaban la vida con políticas que agudizaban la miseria y eternizaban esos sistemas en beneficio de unos pocos.

Tras las revueltas fundamentalmente pacíficas de Túnez y Egipto, nos tocó sufrir con Libia. Allí el Terror estaba instalado con cadenas más rígidas y fue preciso incluso una coalición internacional para evacuar del poder al sátrapa de Gadafi. Pero fueron necesarias demasiadas muertes y pronto cayeron en el olvido las heroicidades de los habitantes de Misrata.

En esos tiempos ya comenzaron las revueltas en siria, y no nacidas sólo en una ciudad o grupo tribal, sino que rápidamente se extendieron por todo el país, haciéndonos familiares nombres de ciudades como Deraa, Idlib, Homs, Alepo o Hama.

En los tiempos actuales en que cada ciudadano con móvil es un portador de noticias, se nos inundan los telediarios con imágenes terroríficas y las matanzas se cuentan por centenas, pero parece que el dolor no lo es en la distancia.

Sorprende, con la que ha caído estas últimas semanas en Alepo, que las Naciones Unidas no se pongan de acuerdo en una resolución que frene esta masacre, que condene los crímenes del régimen y lleve a un punto de negociación inmediato.

¿Cuál es el freno?

Dos países que lideran el mundo y que son, en sí, profundamente antidemocráticos, soberbios y nada respetuosos con los derechos del hombre: Rusia y China.

Sin embargo, son suficientemente potentes como para que se les tosa, se les exija comportamientos limpios y sistemas que garanticen la libertad, auténtica, de sus ciudadanos.

Así que al dictador le amparan dos grandes naciones que no tienen entre sus premisas fundamentales el respeto al ser humano.

¿Hasta cuándo esta hipocresía con el poderoso?, ¿qué se necesita para denunciar sin ambages que así no se puede?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Totalmente de acuerdo con tu comentario.China es la mayor dictadura del mundo y no cabía esperar otra actitud. En cuanto a Rusia,está claro que es una seudodemocracia, con actitudes heredadas de la época zarista y soviética.Es una pena que este gran país no termine de integrarse en el club de las democracias.
En Siria, creo que lo único que cabe esperar es que el ejército se rebele contra el dictador y lo deponga....Lo peor es que cada día mueren cientos de seres inocentes.

Un abrazo. ANTÍPODAS( en Antilla).