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lunes, agosto 29, 2011

Negros

En mis años parisinos solía quedar con gente del trabajo para cenar, compañeros que pasaban por la ciudad y a los que me hacía ilusión reencontrar y enseñarle nuevos sitios de un París que iba descubriendo en solitario.

Un día recibí una llamada de un empresario que solía trabajar para Renault. Un hombre afable.

Cenamos en Bastilla. Me hizo un repaso por toda su trayectoria laboral hasta haber llegado al punto en el que se encontraba, con un proyecto bien encarrilado y mucha gente a su cargo.

Dimos un repaso a las amistades comunes, a mi puesto de por entonces en la central de la empresa y a mi vida en la ciudad.

Le comenté que estaba encantado de haber dado un sí rotundo cuando me ofrecieron la posibilidad de salir de mi país por unos años, por lo que suponía de confianza depositada en mí, de posibilidad de hacerme con otro idioma y de vivir en una ciudad tan hermosa como aquélla.

Entonces él, señor mayor ya entrado en los sesenta, me habló de sus primeras visitas a la ciudad, cuando joven.

'París era otra cosa. Daba gusto viajar. Ahora está llena de negros que la ensucian'.

Menos mal que la cena estaba acabando. Le hice notar manifiestamente mi incomodidad y no le acepté una copa.

miércoles, agosto 24, 2011

Millón y medio

Ése es el número oficial de asistentes a la misa principal que celebró el Papa en Madrid, y a la vista de las imágenes me lo creo. 

Una enorme masa de gente joven entusiasta con el Jefe de la Iglesia Católica. 

 Además, comprobado personalmente en la antesala de estas jornadas en Sevilla y San Sebastián, estos jóvenes actuaban con alegría. No dudo que una alegría sincera. Cánticos, bailes, corrillos, rezos. 

Y yo me pregunto, ¿en qué mundo vivo? ¿Qué proporción de esos jóvenes utiliza preservativo? ¿Cuántos de entre ellos eran homosexuales?,¿Cuántas de esas niñas no habrán abortado? ¿No habría ninguno con padres divorciados? ¿Ninguno ha tenido relaciones sexuales sin casarse? 

Si yo fuera Papa cogería los bártulos y me iría a Somalia, porque es allí donde se necesita piedad y compasión, actitudes ejemplares. 

Hay una historia muy hermosa contada en el Nuevo Testamento. Habla de un hombre bueno, humilde, que pregonaba el amor a los otros sin condiciones, que se ofrecía como siervo al resto. Yo, de esa historia, me quedo con la bondad. Del resto no tengo capacidad de creer nada, pero respeto a quien tiene fe. 

Un millón y medio de jóvenes gritan: 'Ola, ola, ola, Benedicto sí que mola'.  

Y yo me pregunto, ¿en qué mundo viven?

sábado, agosto 20, 2011

Orgullo

Estoy teniendo la suerte de finalizar un verano espléndido.

En los tiempos que corren sé que somos afortunados los que nos lo podemos permitir.

A todo ello contribuye el que hace más de quince años entrase a trabajar en Renault, una empresa modelo en el trato a sus trabajadores y en la gestión de los recursos.

Durante todo este período he vivido diferentes estrategias de empresa en las que se iba informando al asalariado de cuáles eran las prioridades a trabajar, cuáles nuestras debilidades y fortalezas así como nuestra posición en el mercado.

Transparencia y preocupación por el personal. Visión estratégica y competitividad.

Gracias a los que formamos la plantilla de la fábrica de Renault en Sevilla, hemos conseguido mantener con orgullo una posición de liderazgo entre todas las fábricas del grupo. Algo que no es fácil conseguir en este deprimido, industrialmente hablando, sur de España.

¿Cómo se alcanza todo esto?

Teniendo sentido de grupo, capacidad de sacrificio y creyendo en nosotros mismos.

Formo parte de una fábrica que exporta a casi todos los confines de la tierra y que ve crecer sus producciones año a año. Pertenezco a una plantilla que no para de reciclarse y formarse. Renault me ha dado la oportunidad de vivir tres maravillosos años en París y conocer medio mundo.

Hay quien me critica que hablo demasiado de Renault en mi blog. Pero es que Renault es parte de mí.

Es la empresa donde me he hecho hombre, que me da calidad de vida, estabilidad, que me ha enseñado que es necesario estar siempre alerta para triunfar y que no se consigue nada si no se trabaja en equipo.

Cuando veo el mercado de trabajo cómo está y las barbaridades que algunos amigos sueltan acerca de sus empresas, yo me reafirmo en mi orgullo Renault.

miércoles, agosto 17, 2011

Donostia

Cuando hay amigos en ellas, las ciudades que visitamos siempre nos resultan acogedoras, de ahí que me resulte difícil desligar San Sebastián de Txema y Paula, y de Ainhoa, Peio, Román, Ignacio, David, Badi y todas las personas que se han encargado de hacerme feliz en esta tierra.

Mi primera visita al País Vasco fue hace muchísimos años, a Elgoibar. Fue por cuestiones de trabajo y no tuve oportunidad de acercarme a Donostia. Desde mi hotel de trabajo en Zarauz mis compañeros me explicaban que esas luces que se veían a lo lejos pertenecían a la ciudad.

Luego tuvimos la suerte de que Txema y Paula se cruzaran por nuestras vidas y que, incluso, tengamos un apartamento casi construido para nosotros en la trasera del Victoria Eugenia.

San Sebastián es una postal. La naturaleza y el hombre se han conjurado para hacer de ésta una ciudad estéticamente impactante. Edificios neoclásicos en avenidas rectilíneas junto a bahías, montañas, playas y verde frondoso.

Aquí, en esta ciudad donde me encuentro pasando las vacaciones, te reciben con los brazos abiertos al decir que eres sevillano. Incluso los abertzales más radicales que me han presentado.

Aún así hay un aroma de falta de libertad para hablar. Miradas y silencios que lo dicen todo, y una sensación de que los amos de la calle son los que llevan las camisetas con la ikurriña.

Donostia está lejos de ser libre. Y no creo que su libertad sea el paraíso soñado por aquéllos que, con todo el derecho del mundo, quieren una ciudad en que yo tenga pasaporte extranjero.

viernes, agosto 12, 2011

Alamedeando

Tengo claro que el cariño por mi ciudad y las ganas de que evolucione siempre en positivo me hacen desear con fuerza que Zoido, el nuevo alcalde del PP, haga bien las cosas.

No ganamos nada yendo para atrás.

A un político no se le puede juzgar por apenas unas semanas de mandato.

Sin embargo hay gestos que a mí me hacen prever lo peor. Son simbólicos, tal vez, de cara a su público, sí. Pero ahí están.

Desde hace casi quince años tengo mi apartamento en el centro de la ciudad. Desde ese mismo tiempo, día tras día, un gorrilla envalentonado y amenazante tenía la calle a sus pies. Tras destrozarme varias veces las ventanillas y pincharme las ruedas por no pagarle, hace unos diez años conseguí alquilar una plaza de garaje. Con la llegada del Plan Centro, que impedía una permanencia indefinida de tiempo de coches en la zona vieja de la ciudad, el gorrilla tardó una semana en desaparecer.

Ya lo ha eliminado por decreto. Han vuelto los coches a ocupar las aceras, se ha desperdiciado una inversión millonaria en cámaras de televisión y... el gorrilla ha vuelto a mi calle.

Hace una semana, Zoido eliminó la Oficina de la Bicicleta. En la ciudad donde hay más ciclistas per cápita de España, casi el 7% de la población, y 140 km de carril-bici, donde se va a celebrar un Congreso Mundial de ciudades amantes de la bicicleta, si él no lo impide, toma una decisión sintomática. Tal vez por haber sido creada esa oficina y esos carriles-bici por Izquierda Unida.

Zoido va a cambiar, si no lo ha hecho ya, el rótulo de la calle Pilar Bardem (que no es santo de mi devoción) por el de Antonio Burgos. Éste sí que es sevillano de bien, representa lo que el sevillano 'normal': religiosidad, clasismo, 'grasia' torera y mucho fijata.

A pocos días de haber recibido en loor de multitudes a un grupo numeroso de chavales de toda Europa que van a preparar en Sevilla con rezos y oraciones la llegada del Papa a Madrid, el señor Zoido se destapa con la eliminación de las subvenciones a 'Alamedeando', un festival cultural multifacético (música, exposiciones, teatro...) que se desarrollaba desde hace cuatro años en la Alameda.

Y es que, para el PP, la Alameda es territorio comanche. Para ellos, todos los que vivimos allí somos 'perroflautas'.

Cabría preguntarse como esos 'perroflautas tirados y mugrientos' son capaces de mantener tan vivo una de los barrios más activos de la ciudad. ¿Cómo será posible que se mantengan decenas de restaurantes, garitos, salas de conciertos, de teatro, de exposiciones, de cine a base de 'perroflautas'?

Eso ocurre cuando se introduce como sinónimo de 'perroflauta' todo aquello que no sea 'normal'. Y ya se sabe lo que es 'normal' para un dirigente sevillano del PP.

Para cualquier joven, o no tan joven, que se pase por la Alameda encontrará una sociedad en ebullición, cosmopolita, con ganas de aprender, de discutir, de provocar, de crear.

El PP, con acciones concretas, demuestra que prefiere el rezo al pensamiento, la oración a la reflexión y el silencio a la discusión.

Yo quiero carril-bici, zonas peatonales, festivales culturales, exposiciones que me hagan pensar, teatro que me provoque, encontrar gente rara, de otros sitios, que piense distinto, que hable otras lenguas, que vista como le dé la gana.

Quiero una Sevilla rompedora, que se ría de sí misma, que avance por los senderos de la solidaridad y sea laica, ¡laica!

Somos muchos los que pensamos así.

Y si ser así no es ser sevillano, me voy buscando el perro y la flauta.

miércoles, agosto 10, 2011

Locales

Estos días de verano hemos tenido oportunidad de disfrutar muchos días en las playas del sur de Portugal, muchas de ellas atestadas de surferos que, como hormigas en manada, a los que se ve perseguir las olas diminutos frente a la naturaleza de los acantilados escarpados del norte de San Vicente.

Carmen y Miguel, surferos de pro, estuvieron charlando una noche, mientras cenábamos, de los 'locales'.

- Hay que tener cuidado con los locales si descubren que eres de fuera.

¿Los locales?

Entonces Miguel contó que, en un viaje a San Sebastián de hace unos años, los surferos de allí le expulsaron del agua por no ser 'local'. Al parecer, en las costas portuguesas no quieren ni ver a los sevillanos, al igual que en las del Palmar detestan a la gente de fuera.

Por lo que se ve te rodean, te amenazan y, si no eres de su agrado, incluso te destrozan la tabla.

Yo me quedé de piedra escuchándolos hablar.

Es tan diferente a lo que se ve desde arriba de los acantilados. Esa gente joven, valiente, que se enfrenta a la naturaleza, que la disfruta... y que encuentra esos momentos de éxtasis en que llega a unirse a ella en unos instantes preciosos.

Eso es lo que se ve desde lejos.

martes, agosto 09, 2011

Ángel

Siempre he defendido como estrategia propia el mantenerse alerta planificando nuevos proyectos.

Creo que es un soberano error la actitud pasiva de quien ve las cosas venir y, en función de como vengan, se estructura.

Lanzarme en el proyecto de la película NTSP ha supuesto un giro nuevo a mi vida. Seis meses codo a codo con Manuel Benito de Valle organizando el guión mientras, en paralelo, realizábamos el casting y llamábamos a todas las puertas posibles buscando financiación y voluntarios que se sumasen a esta aventura.

A través de Santi, un día recibí un email. Una actriz amiga de él, Carmen Tamayo, se ofrecía para participar en la película. Acababa de leerse la novela y me pidió, con entusiasmo, interpretar el papel de Gloria.

Todo ocurrió con unas cuantas cervezas en la Alameda.

Tras hacer las correspondientes pruebas para el casting no había duda. Carmen sería Gloria.

La pasada semana estuvo con nosotros en Portugal. Ocurrente, sensible, culta, divertida, humana.

Cuando las primas de riesgo absorben nuestras energías, pasamos indiferentes ante las hambrunas de Somalia y el mundo parece no tener solución, de pronto aparece un ángel.

Carmen nació en una familia humilde de agricultores y se le cae la baba hablando de sus padres. Hace unos días fuimos a Prado del Rey, su pueblo gaditano, para encontrarnos con los paisajes de los que nos hablaba estas últimas semanas.

Luchadora y curranta, se ríe de su sombra hablando de sus primeros pasos en Madrid o te enternece al extremo recordando sus amores perdidos.

Qué placer encontrar personas que te hagan creer con fuerza en el ser humano.

domingo, agosto 07, 2011

Intereses

Desde que el hombre es hombre, ha estado negociando.

Entendemos, por tanto, que si pedimos prestado tenemos que devolver.

A gran escala, los países han ido solicitando dinero para ir pagando facturas para las que no tenían liquidez. El problema es que se han acostumbrado a pedir más de lo que se tenía, siempre, para mantener un estatus al que quizás no tenían derecho.

Uno de los grandes problemas de la democracia es precisamente uno de sus pilares básicos: La alternancia.

Cuando uno sabe que va a estar un tiempo limitado en el poder no siempre tiene las amplias miras que debe tener. Gasta más de lo que las arcas públicas dan de sí para asegurarse el cariño (voto) popular.

El pecado es no haber legislado en contra de ese déficit eterno.

Ahora vienen los sudores fríos porque no se tiene dinero para pagar lo que nos prestaron. Y para obtener ese dinero nos piden más intereses.

¿Quién ofrece tanto dinero? China, por un lado, país productor por excelencia donde no se respetan los derechos humanos ni los de los trabajadores y los grandes fondos de inversión por otro (el gran capital) para obtener siempre el máximo beneficio.

Es decir, el dinero nos lo prestan entidades sin escrúpulos.

En nuestros gobernantes está poner coto a esas desmesuras: reduciendo el déficit aplicando sentido común (difícil de realizar sin tocar los básicos, por lo que hay que buscar la productividad al máximo y medidas innovadoras -los genéricos en las farmacias son un buen ejemplo-), obligar a las empresas chinas exportadoras a ser auditadas según los estándares de la Organización Internacional del Trabajo y penalizar fuertemente (impuestos) todas las transacciones financieras que tengan como único objetivo la especulación.

Hay que agarrar el toro por los cuernos y seguir con el cinturón apretado para darle un mundo mejor a nuestros hijos.

viernes, agosto 05, 2011

Verano

Las noches de verano, pausadas, son dadas a hablar de nuestros amigos y conocidos, de los que nos rodean. Evaluar la vida que cada uno lleva dándonos permiso para aprobar o no las conductas ajenas.

Es sano, sin duda, analizar el comportamiento humano de cada cual. Se aprende observando.

Analizar, sin embargo, no debe llevar a juzgar formas de entender la vida siempre que no se salgan de conductas que vayan contra la ética.

Hay quien decide ir por la vida dando más importancia al sexo que a la profundización en las relaciones sentimentales y apoya su estabilidad en los buenos amigos o la familia. Hay quien rompe con todo cuando encuentra a la persona amada. Entre los dos extremos nos encontramos todos, de alguna u otra manera, decidiendo a cada paso qué hacer con nuestra existencia.

Las relaciones humanas implican dolor en muchas ocasiones. No estamos vacunados contra las rupturas que ensombrecen la sonrisa de la gente a la que queremos. También implican regocijo cuando las cosas fluyen como en una balsa de aceite.

A mí me preocupa el dolor causado por la falta de honestidad.

Jugar con otra persona es lo más doloroso.

No es sencillo renunciar para avanzar, pero es necesario. No me parece ético llevar vidas distintas con caretas diferentes según quién tengas enfrente.

El verano nos acerca, en charlas nocturnas, al mundo de los otros.

miércoles, agosto 03, 2011

Portugal

Son los mismos paisajes, la misma tierra arcillosa, las playas arenosas, los arbustos y pinares a ambos lados del Guadiana.

Me gusta atravesar esa frontera porque me hace más humano viajar a Portugal. Ayuda a colocarte en tu sitio, a ver que otras posturas son posibles y no necesariamente menos buenas. Que el mundo es grande.

Son extremadamente educados, tristes y parsimoniosos. No hablan a voz en grito y son humildes. Adoran a su país sin dejar de criticar sus miserias.

Viajar a Portugal es sano porque venimos de un país que necesita reflejarse en ese espejo tan cercano. A nuestra energía impetuosa, a veces desquiciada, le seduce esa otra manera de ver el mundo que implica este país milenario.

Los amigos portugueses que tengo me da la sensación que lo son para siempre, algo que no es siempre evidente en nuestra tierra.

Portugal es el Norte en el Sur.

Yo paseo por Portugal sin sentirme en mi casa, pero tampoco extranjero.

lunes, agosto 01, 2011

Cosquilleo cerebral

Es una sensación difícil de compartir porque es extraña, pero enormemente placentera.


A mí me sucede en momentos de paz total, leyendo un libro, escuchando a algún amigo hablar, paseando a solas, tumbado en la cama.


Imagino que es algo que todos experimentamos y entra dentro de ese carro de experiencias individuales que todos llevamos con nosotros mismos, que no comentamos. Tendrá que ver, supongo yo, con lo más parecido a la cima de la felicidad.


Uno de mis primeros recuerdos de cosquilleo cerebral era cuando mi madre me lavaba el pelo. Yo era muy pequeño y ella me frotaba bien fuerte con champú, masajeándome la cabeza durante minutos mientras yo jugaba en la bañera con los muñequillos de plástico.


Sentir que te elevas, que la vida es eternamente bella, que eres un afortunado.


Es difícil cazar ese cosquilleo conscientemente porque, normalmente, cuando la felicidad la piensas se te escapa.


Es por eso que es complicado definir esa sensación, compartirla, retenerla. Sientes como un burbujeo de hormiguillas en la cabeza, todas las neuronas bailando y, si haces por disfrutarlo sin más, sin tratar de analizarlo, consigues vivir ese instante como infinito.